- ¿Por qué crees que te enfermas?
- ¿Hay enfermedades incurables o es que no las atendemos debidamente?
La medicina convencional se enfoca en los síntomas que padeces y los hace desaparecer como buenamente puede o intenta hacerlo.
Tiene excelentes productos que hacen desaparecer los síntomas, pero eso no quiere decir que estés “CURANDO” tu enfermedad.
En realidad solamente hace que no sufras tanto… pero la enfermedad sigue avanzando!
Pero ¿y si hubiera otra forma de solucionar un problema de salud?
Hablemos de la medicina del futuro donde TODAS las enfermedades tienen curación.
Algunos médicos ya la están aplicando. Son profesionales con la mente abierta.
Han sabido ir a buscar respuestas a las afueras de la Universidad donde aprendieron medicina.
Miraron en otra dirección, aplicaron lo que ya sabían, más lo que han ido descubriendo en largas jornadas junto a un microscopio y frente al mejor laboratorio, que son sus pacientes.
Son EXPERTOS, con muchos títulos académicos y con reconocimientos a nivel mundial, sobre cada una de sus especialidades.
Todos ellos están consiguiendo excelentes resultados porque se atrevieron a desafiar lo establecido, a hacerse preguntas, a cuestionar, a buscar respuestas y posibilidades nuevas para aliviar el sufrimiento y curar.
MEDICINA NO HAY MÁS QUE UNA: LA QUE CURA
Hoy hablaremos de esa poción mágica, de ese antídoto universal del que tanto se ha escrito.
Para empezar te diré que lo que la diferencia de la Poción Mágica de Obélix, El Galo, es que su fórmula no es secreta.
Hay estudios clínicos y publicaciones en prestigiosas revistas médicas que prueban su eficacia.
En algunos países ya ha sido legalizada.
Más de 7 mil médicos la usan con sus pacientes y los resultados son espectaculares.
Durante la Pandemia se han salvado muchas vidas, gracias a ella y te contaré cómo y por qué.
Verás, el cuerpo humano necesita energía para funcionar.
Igual que un coche! Sin gasolina, no se mueve.
Nosotros no bebemos gasolina, tampoco lejía, ¡que quede claro!
Nosotros ingerimos alimentos…
Por eso se dice que:
SOMOS LO QUE COMEMOS
(Ludwig Feuerbag, filósofo y antropólogo)
¿Cómo lo convertimos en energía?
Ingerimos azúcares, grasas, proteínas y sales minerales que, al quemarlas, obtenemos la “gasolina” que nos hace funcionar.
En eso consiste la combustión.
Por eso es tan importante lo que comemos, es como elegir gasolina normal o súper.
Con una gasolina de baja calidad el motor se resiente y se desgasta más.
Así que si quieres que tu coche te dure muchos años, elige bien cuando repostas!
Antes de que existieran las gasolineras, Hipócrates ya lo dejó claro:
¨Que tu alimento sea tu medicina y tu mejor medicina sea tu alimento”
Para que se pueda dar la combustión, ha de haber oxígeno.
¿No es cierto que para apagar una hoguera extiendes una manta por encima?
La falta de aire hará que se apague.
La combustión genera calor… y electricidad.
Si!…., funcionamos con electricidad que generamos nosotros mismos cuando quemamos lo que comemos.
Pero también obtenemos energía de otras fuentes:
- Como la luz que captamos del sol y que se transforma en electricidad
- O el oxígeno que nos alimenta a través de la respiración.
Hasta aquí ¿Todo bien?… Pues avanzamos!!
Recuerda que puedes dejar tus dudas en el apartado de comentarios y las iremos resolviendo, vale?
Hay una gran diferencia entre comer poco y comer mal.
Cuando comes menos de lo que necesitas, te falta energía y tu cuerpo funciona a medio gas.
Si la situación se alarga, el motor se para…ya me entiendes, Adiós, Benjamín!!
Pero si comes mal tu cuerpo se llena de tóxicos, ya sabes, colorantes, conservantes, grasas industrializadas…bla, bla, bla…
Las células no saben cómo deshacerse de esas toxinas tan poco naturales, así que se amontonan por todas partes y además, son muuuuy pesaditas, ¡nadie las aguanta!
Imagínate esos bichos armando jaleo y tus células agobiadas y hasta el gorro de aguantar…qué hacen?
Las envuelven en grasa para no tener que oírlas, las aisla o las encarcela en forma de tumores.
Resumiendo…
Ahora tu cuerpo ya no elimina la grasa…la necesita para neutralizar los tóxicos que tan generosamente le has regalado…
¡A cambio, tu cuerpo te obsequia con unos cuantos kilitos de más!
¡Pero la cosa no acaba ahí!
Al tener que mover más peso, necesitas más energía. Por eso las personas con sobrepeso se cansan más, les falta aire y tienen más hambre.
Su cuerpo se esfuerza el doble y consigue la mitad.
¡¡Ni te plantees correr la maratón!!
Y aún así, tu cuerpo se está desgastando demasiado deprisa, le exiges más de lo que puede, el pobre…
La diferencia entre una persona enferma y otra sana es que a la primera le falta energía.
Cuando estás enfermo eres carne de cañón para toda clase de virus, hongos y bacterias…
¡Más problemas! Porque esos bichos se reproducen como los conejitos del bosque!
Una vez se instalan, necesitarás ayuda para deshacerte de ellos.
Pero hay otros factores que determinan qué personas tienen más números para caer enfermas.
Como te decía… estar deprimido es agotador!! y encima, no tienes hambre ni te apetece salir a pasear…
Es decir, que no repones ni alimentos ni oxígeno. Y así es imposible que puedas realizar todos los procesos de tu sistema inmune.
Vamos, que te has quedado en pelotas!!
Tanto si la enfermedad se ha hecho evidente como si no, ¡estás en serios problemas!
Un médico convencional te diría: descanso, comer bien y ejercicio.
Es decir, más carne, más pasta, bocatas, leche, queso. Y para completar, te recetaría vitaminas, hierro, magnesio…urano y hasta plutón!
!Todas las medicinas que te quepan en el cajón de la cocina¡
Pero tú seguirás con sobrepeso, cansado, deprimido y sin defensas.
Te aseguro que la próxima vez que vuelvas al médico necesitarás antibiótico o antimicrobiano, porque algún virus o alguna bacteria se habrá acomodado en tu organismo.
Si volvemos atrás recordarás que te comenté que todo este desastre empieza cuando tu cuerpo está a tope de tóxicos, verdad?
Entonces, si eliminamos virus, bacterias, hongos, metales pesados y otras porquerías que corren por tus venas, tus células ya no almacenarán grasa y tú irás perdiendo peso.
Te irás encontrando mejor, más activo, con ganas de salir y moverte, etc.
Ahora respirarás mejor. Y eso hará que obtengas más oxígeno y por tanto más energía.
¿Estamos?
Con la energía suficiente tu sistema inmunológico vuelve a trabajar a pleno rendimiento y por tanto ya dispones de todo un ejército de Espartanos, preparados para presentar batalla a cualquier virus.
Así que ya no necesitas ese cajón lleno de medicinas…
¿Te gusta este nuevo panorama?
Pues, en realidad, es mucho más fácil de conseguir de lo que imaginas…
¡Aquí es donde La Poción Mágica se pone a trabajar para ti!
Para simplificar, te diré que está compuesta de cloro , el elemento mas frecuente alrededor de las células y por oxígeno, justo los 2 elementos que necesitas para generar electricidad, o sea, energía.
¡Fíjate qué cosa más estupenda que además, como tiene un ion de cloro es capaz de cargarse todas las bacterias y virus por oxidación!
Y además se diluye en agua perfectamente, así que es más ligera que la sangre.
Por eso es el campeón de los campeones llevando oxígeno a cualquier recóndito lugar de tu cuerpo.
Ahí lo tienes! Un organismo bien oxigenado y libre de tóxicos
con un Sistema inmune en plena forma, listo para actuar si es necesario
¡Que entren los virus si se atreven!
AAAAAhhh… qué bonita es la vida cuando te encuentras bien!!
Y ahora te estarás preguntando:
¿ Si es tan fácil, por qué tiene tan mala prensa esa Poción, ese antídoto universal ?
Eso todavía es más fácil de explicar, pero te lo cuento en el próximo capítulo…
Por hoy, ya está bien!!